Anímate, levanta el ánimo,
animal,
que la Bestia te quiere
asesinar
y, de puro bestia, no sabe
que el Alma que te anima,
animal del alma,
es amortal.
Animal,
si lo que te anima es el ánima,
(esa cosa tan irracional)
cómo permites, bestia del alma,
que te llaman racional...
¡eso locos!
El ánimo del Bien,
en un rapto de Mal,
volvióse
animal, mal,
mal...
Hizo bien mal.
La único diferencia
entre Anima y Animal
es la L
de Líbido...
o Lucifer.
No existe arriba
ni abajo
ni delante ni detrás,
ni izquierda ni derecha...
sólo existe el centro
de gravitación
animal,
es decir:
Yo,
tú, él...
o ella,
que ésa es
Otra.
El agujero negro
que separa el animal
no humano del animal
humano
es la reflexión del espejo,
a la luz de la noche sin luna,
frente a sí mismo.
Cómo has podido, Tú,
Anima pura,
crear al animal humano
a tu imagen y semejanza
y permitir que se transfigure
en esa bestia que me mira
en el espejo
cada mañana.
Di, Dios.